Cada vez que llega junio, los memoriosos hinchas de Atlético sonríen. Es que gran parte de la rica historia de la institución se consiguió durante ese mes; como por ejemplo, diferentes ascensos.

Uno de ellos ocurrió hace casi 35 años. Un 14 de junio. En aquella ocasión, el “Decano” logró el tan ansiado ascenso al Nacional “B”. Aquel equipo dirigido por Luis Benito Sosa le ganó la final a Sarmiento de Resistencia por 2-0 con un doblete de Raúl Aredes. El resultado global fue 5-2 en un José Fierro al que no le cabía ni un alfiler.

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Corrió mucha agua debajo del puente desde 1987 a hoy, a días de un nuevo aniversario de aquella gesta, esas leyendas volvieron a juntarse, esta vez en el complejo “José Salmoiraghi”.

En realidad en estos últimos días es la segunda vez que se juntan; la primera fue hace unas semanas cuando comenzaron con esta aventura llamada Atlético Senior +50. El primer amistoso fue ante Juventud Antoniana, en Salta. Esta vez los tucumanos fueron anfitriones de las leyendas del fútbol salteño. Fabio Caraccio y Carlos Issa estuvieron al frente de este recibimiento. “Esto sin el apoyo de los dirigentes seguro que no se podría hacer”, dijeron agradecidos. Mientras tanto Raúl Maidana, aquel recordado central, le mostraba el carnet de socio a Sergio Balmaceda.

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La historia reciente marca como figuras -inmediatamente se piensa en ellos cuando se nombra a Atlético a Luis Miguel Rodríguez o Cristian Lucchetti-; pero son varias las generaciones que no se pueden olvidar de las gambetas de Aredes o los goles del infalible Antonio Apud; máximos referentes de toda una época y que se animaron a cruzar las fronteras con mucho éxito.

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Los seniors +50 (algunos superan los 60, como Ángel Guerrero que tiene 69, esta vez como DT) todavía se animan a las gambetas y los gritos de goles con muchos abrazos. El partido con Antoniana fue una gran ocasión para verlos juntos otra vez y recordar buenos momentos. Varios hinchas se acercaron el mediodía de domingo al complejo para verlos otra vez acción. Incluso hubo familiares de los jugadores visitantes, ya que muchos estudiantes de nuestra provincia son salteños y aprovecharon la jornada para compartir con sus seres queridos. Fue una fiesta de punta a punta en medio de un clima lleno donde reinó el respeto y camaradería.

Algunos estaban más canosos o con una figura no tan cuidada como antes, pero al fútbol lo llevan en el alma y en el corazón. Por eso entregaron un gran espectáculo deportivo.

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Por supuesto que también hubo momentos para recordar a los que ya no están. Como el querido por todos, Luis “Correcaminos” Reartez, delantero que se ganó el amor de los hinchas a fuerza de goles. Y a quién Fabián García lo recordó con una gran emoción. “Llegaba con su traje (era bancario) y lo acomodaba en una percha. Siempre era el primero en salir a entrenar. Los sábados deleitaba a todos”, recordó.

“Estamos muy orgullosos de lo que dimos por estos colores y ya cerca de cumplir 35 años de ese ascenso los hinchas nos siguen reconociendo y les transmiten a las otras generaciones lo que nosotros hicimos por Atlético. Que los dirigentes nos llamen ‘Gladiadores’, para nosotros es un orgullo enorme”, reconoció García.

No es fácil juntar en una mesa a todos estos apellidos. Pero el asado y las empanadas que compartieron luego del fútbol, lo hicieron posible. Aredes, al lado de Apud y al frente de ellos Hugo Corbalán y García. A la izquierda Sergio Tártalo o a la derecha el “Gaucho” Albornoz esperaban sentados. Carlos Scimé junto a Julio Lencina se encargaron de preparar la mesa con la asistencia de Daniel “Petete” Hernández, Caraccio e Issa. En otra mesa se podía observar a Guerrero con Galván y Oscar Pedraza. Por otro lado, toda la delegación de Antoniana con Juan de la Cruz Kairuz como DT.

Anécdotas no faltaron, tampoco risas y emociones. La tarde fue transcurriendo lentamente, entre bromas a los árbitros de la jornada y llegó el momento del espectáculo musical, de la mano del grupo folclórico “Así de simple”.

Hubo dos ganadores: Atlético y Juventud Antoniana, que en el global empataron 5-5 (4-2 ganó el “Santo”, en Salta; 3-1 venció el “Decano”, en Tucumán). Los abrazos se multiplicaron durante toda la jornada. Claro, son amigos, compañeros, colegas desde hace toda una vida. Los chicos de las formativas se divertían en otras canchas, pero cuando pasaban por el quincho junto a sus padres o abuelos había una parada obligada; todos se sacaban fotos con sus ídolos. Y está bien que así sea, porque al fin de cuenta es lo que merecen las leyendas, recibir el cariño infinito porque se brindaron por completo al club de sus amores.